INSTALACION DE UNA PLACA BASE:
La placa base (o placa madre, como se la designa en muchos países) es, como su nombre indica, la base a la que van conectados los demás elementos del ordenador.
El sistema de placa base utilizado en la actualidad es el
ATX, con sus diferentes versiones en cuanto a tamaño, que no en cuanto a prestaciones.
ATX (
Advanced Technology Extended) fue introducido por INTEL en 1.995 para solucionar algunos de los problemas que hasta esa fecha se presentaban. Tiene un formato estandarizado en cuanto a tamaño (305 mm de lado x 228 mm o 244 mm de fondo) y en el agrupamiento en un panel trasero de formato estandarizado de 158.75 mm x 44.45 mm, en el que se concentran los componentes I/O de la placa base (conectores PS2 para teclado y ratón, puertos USB, puertos RS-232, puerto paralelo, etc.). También sigue un patrón en la colocación de los elementos tales como micro, memorias, northbridge y southbridge. Las versiones miniATX (284mm x 208mm) y microATX (244mm x 244mm) solo se diferencian por las medidas.
También está estandarizada la situación de los orificios de sujeción y el sistema de alimentación. La versión actual es la 2.2, que incluye entre otras novedades la adopción del formato de alimentación de 24 pines, en sustitución del anterior de 20 pines, así como la inclusión en todas las placas de la toma de alimentación extra de 4 pines (anteriormente solo utilizada en las placas para INTEL P4) y la incorporación de los slot PCIx 16x para tarjetas gráficas.
Aun a pesar de parecer reiterativo, a la hora de colocar una placa base lo primero que debemos hacer es comprobar que trae todos los elementos que indique en la sección ''Contenido'' del manual y
LEER MUY ATENTAMENTE EL MANUAL DE LA PLACA.
Imagen de placa base.
Colocación
Todas estas operaciones las haremos siempre con la caja
TOTALMENTE desconectada de la electricidad.
Una vez descargada la electricidad estática que pudiéramos tener (para ello basta con tocar cualquier grifo), procedemos a sacar la placa base de su embalaje y a examinarla. La colocación física de la misma en la caja no es nada complicado. Debemos poner en esta los soportes que trae para sujetar la placa base (recordar que la tornillería viene con la caja o gabinete, NO con la placa base) en los orificios correspondientes (normalmente vienen marcados).
Obsérvense los soportes para la placa base.
A continuación debemos sustituir el panel posterior de la caja por el que trae la nueva placa base.
La sujeción del panel posterior varía de una caja a otra. En este caso va atornillada, pero normalmente va troquelada.
Vista de la parte posterior, ya con su correspondiente panel.
La finalidad de estos soportes (unos tornillos octogonales macho/hembra que normalmente son de latón, aunque también pueden ser de otro material) es la de sujetar la placa base a la altura indicada para las características de la caja que tengamos y evitar que la parte inferior de la placa base pudiera hacer contacto con la superficie metálica de esta en algún punto no preparado, pudiendo en ese caso ocasionar cortocircuitos con efectos no deseados, que pueden ir desde simplemente que no arranque el ordenador hasta que estropeemos la placa base.
Para una mayor comodidad y seguridad, ponemos en la placa base los principales elementos (microprocesador, memorias y disipador del microprocesador) antes de introducir la placa base en la caja. Una vez montados estos elementos, procedemos a colocar la placa base en la caja. Para ello, una forma fácil de cogerla es por el disipador del microprocesador.
Instalación de la memoria.
Obsérvese la forma de coger la placa por el disipador.
Una vez dentro, comprobamos que coinciden los orificios de sujeción con los soportes que hemos puesto y apuntamos los tornillos. A continuación procedemos a apretarlos (por supuesto sin forzarlos, pero dejándolos firmes).
Apriete de la tornilleria de fijación.
Bien. Ya tenemos la placa base colocada en la caja. Ahora debemos conectarla. Para ello, y siempre guiándonos por las indicaciones del Manual de la placa base, conectamos los cables de encendido (Pwr sw), Reset, indicador de encendido (Pwr led), disco duro (HDD led) y altavoz del sistema (Speaker). Este altavoz suele ir incorporado en la caja, pero hay algunas placas que lo traen incorporado en la placa base o como un elemento auxiliar.
Colocación del cable IDE y de la grafica.
A continuación colocamos el resto de conectores que necesitemos, tales como conectores USB de la caja, cables de sonido delanteros (si la caja dispone de ellos), las fajas de la disquetera, de los IDE (tanto discos duros como unidades de DVD) y de los discos SATA (si este es el tipo de disco duro que tenemos), tarjeta gráfica y demás tarjetas que deseemos instalar.
Por último conectamos las clavijas de alimentación (tanto la de 24 pines como la de 4) y con esto ya tenemos instalada nuestra placa base. Solo nos queda enchufar la caja a la electricidad y probar el correcto funcionamiento de nuestro ordenador.
Repito la necesidad de leer atentamente el manual de la placa base, ya que en este se indica la colocación exacta de todos estos elementos.
Terminada la instalación física de la placa base, comprobamos que el SETUP nos reconoce todos nuestros discos duros, unidades ópticas y disquetera. Normalmente no hay necesidad de hacer ninguna configuración en el SETUP, salvo en ocasiones cambiar la hora por la actual, ya que suelen traer la hora del sudeste asiático.
Para ello, consultamos en el Manual la forma exacta de entrar en el SETUP y la disposición del mismo. También debemos consultar, en el caso de que nuestros discos duros sean SATA, cual es la configuración que debemos darle a estos en el SETUP.
Bien, si todo está correcto, ya podemos proceder a instalarle el SO (sistema operativo). En el caso de Windows, debemos configurar en el SETUP la secuencia de arranque para que en primer lugar esté el lector de DVD. Arrancamos desde este y seguimos las instrucciones de instalación.
Una vez instalado nuestro SO, ejecutaremos el CD que viene con la placa base para cargar los controladores que no hayan sido reconocidos. Procederemos del mismo modo con el resto de componentes, tales como tarjeta gráfica y otros que necesiten controladores y software adicional (recordad que este hardware trae sus discos de instalación).
Sustitución de una placa base por otra.
Puede darse el caso de que necesitemos sustituir nuestra placa base actual por una nueva (bien por avería de la anterior o por querer ampliarla).
El proceso es el mismo que se describe anteriormente (salvo, claro está, que en primer lugar debemos quitar la que ya tenemos).
Para quitar la que tenemos, procederemos a retirar todos los cables que estén conectados a la placa base, así como las tarjetas de expansión (gráfica, etc). que tengamos. Quitaremos los tornillos de sujeción y sacaremos la placa base con mucho cuidado de la caja. Una vez fuera, quitaremos los módulos de memoria, el disipador del microprocesador (aprovechando para hacerle una buena limpieza) y por último el microprocesador. Este debemos quitarlo con sumo cuidado, procurando no tocar los pines del mismo y colocándolo sobre algún material no conductor (plástico, papel de cocina...). Podemos aprovechar para limpiar la superficie del microprocesador con mucho cuidado y retirar los restos de pasta térmica que tenga.
Hay una serie de factores a tener muy en cuenta a la hora de sustituir una placa base y que debemos comprobar antes de comprarla.
Formato: Debemos comprobar que el formato cabe en nuestra caja. En una caja ATX no tendremos problemas, pero si en formato de la caja es MiniATX o MicroATX, sí que no vamos a poder instalar una placa ATX (por simple problema de tamaño).
Microprocesador: Tenemos que asegurarnos de que la nueva placa base es compatible con el microprocesador que ya tenemos, tanto en formato en marca (INTEL o AMD) como en tipo de slot y velocidad.
Memoria: Ver que la nueva placa base soporte el tipo de memorias que tenemos. A este respecto, recordar que ya no hay en el mercado placas base para módulos SDRAM, por lo que si nuestra memoria es de ese tipo, muy probablemente un cambio de placa suponga también un cambio de memorias.